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El aborto en la Biblia

¿Aborto y Biblia? Un tema que despierta pasiones, enciende debates y desafía nuestras convicciones más profundas. En este articulo, exploraremos el controvertido y delicado tema del aborto desde una perspectiva cristiana, sumergiéndonos en los principios fundamentales de la fe y los pasajes bíblicos que moldean nuestra comprensión de la vida y su valor. 

Acompáñanos a descubrir que dice la biblia sobre el aborto. Y esperamos, que este articulo te lleve a reflexionar sobre este tema tan crucial en nuestra sociedad actual.


La creación a imagen de Dios

Génesis 1:26-27 (NVI) 

"Y dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al ser humano a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."

Este versículo establece que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios, lo que implica que cada persona lleva consigo una marca divina que confiere un valor intrínseco y una dignidad sagrada, desde el momento de la concepción. 

Esta enseñanza subraya la singularidad y el propósito divino de cada individuo, independientemente de su etapa de desarrollo. Además, implica una responsabilidad compartida de cuidar y proteger a todos los seres humanos, desde su concepción hasta su muerte.


El cuidado y amor de Dios por su creación

Jeremías 1:5 (NVI) 

"Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones."

Este pasaje nos revela el amor y cuidado de Dios por cada individuo, incluso antes de su nacimiento. El versículo muestra que la vida humana es valorada y conocida por Dios desde sus primeros momentos en el útero materno. 

Además, refleja la intención divina detrás de cada vida, demostrando que cada ser humano tiene un propósito único y valioso ante los ojos de Dios. Este conocimiento íntimo por parte de Dios también destaca la importancia de proteger y preservar la vida desde su inicio, reconociendo su valor desde la concepción.


El mandamiento de amar al prójimo

Mateo 22:39 (NVI) 

"Ama a tu prójimo como a ti mismo."

Jesús nos enseña este mandamiento central, el cual nos llama a amar y cuidar de nuestros semejantes como amamos y cuidamos de nosotros mismos. Los no nacidos son nuestros prójimos más vulnerables, y amarlos implica protegerlos y defender su derecho fundamental a la vida. 

Amar al prójimo incluye un compromiso activo de cuidar y defender su vida, incluso desde su concepción, alineándonos con los principios de justicia y compasión enseñados por Jesús.


La justicia y misericordia de Dios

Salmos 82:3-4 (NVI) 

"Defiendan la causa del débil y del huérfano; protejan los derechos del pobre y del oprimido. Rescaten al débil y al necesitado; líbrenlos de las garras de los impíos."

Este pasaje nos exhorta a defender a los más vulnerables y proporcionarles protección y cuidado. Los no nacidos son inherentemente débiles y dependen completamente de otros para su protección y cuidado. El aborto, en lugar de proteger a los débiles, los expone a un riesgo extremo e injusto.


El rechazo del infanticidio en la Biblia: 

La Biblia se opone al infanticidio y lo condena como una violación del valor sagrado de la vida humana. Éxodo 20:13 y Deuteronomio 5:17 incluyen el mandamiento de no matar, que prohíbe el asesinato de seres humanos, incluidos los niños. 

Estos pasajes reflejan el valor intrínseco de la vida humana y establecen un estándar ético y moral para proteger y preservar la vida en todas sus etapas y condiciones. Además, muestran que el infanticidio no es compatible con los principios fundamentales de la fe bíblica y debe ser rechazado y condenado por los hijos de Dios.


El asesinato de bebés.

En tiempos bíblicos, diversas culturas practicaban formas de infanticidio como parte de sus costumbres y rituales religiosos. Estas prácticas variaban según la cultura y el contexto histórico, pero en general, el sacrificio de bebés era una realidad lamentable en muchas sociedades antiguas.

Por ejemplo, en la cultura de los antiguos cananeos, se realizaban sacrificios humanos, incluidos niños, como parte de sus rituales religiosos. Se han encontrado evidencias arqueológicas de restos de niños sacrificados en excavaciones de lugares asociados con cultos cananeos.

En la antigua Roma, el infanticidio era legal y socialmente aceptado en ciertas circunstancias. Los padres tenían el derecho legal de decidir si querían mantener a sus hijos recién nacidos, y aquellos considerados no deseados o con discapacidades a menudo eran abandonados o expuestos a morir de hambre o a ser adoptados por otros.

En algunas culturas antiguas, especialmente en tiempos de crisis, como hambrunas o guerras, el infanticidio era visto como una forma de controlar la población y preservar los recursos limitados.

Estos trágicos ejemplos ilustran la realidad de cómo la vida de los bebés era menospreciada y sacrificada en algunas culturas antiguas. En contraste, las enseñanzas bíblicas enfatizan el valor sagrado de la vida humana y condenan cualquier forma de violencia contra los más vulnerables, incluidos los niños.


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Conclusión

Desde nuestra perspectiva cristiana, el aborto se considera contrario a los principios fundamentales de la fe, ya que viola el valor sagrado de la vida humana, el mandamiento de no matar y el llamado a amar y proteger a los más vulnerables. 

Como seguidores de Cristo, tenemos la responsabilidad de trabajar en pro de una cultura que celebre y proteja la vida en todas sus formas, desde la concepción hasta la muerte.

Este enfoque integral y detallado nos invita a reflexionar sobre el valor intrínseco de toda vida humana y a comprometernos a defender y proteger este don precioso que Dios nos ha dado.